Enzo Ferrari y sus pilotos
El escudo amarillo con el caballo encabritado y la
bandera de Italia que luce el estandarte se lo ofreció a Don Enzo
Ferrari la familia del as italiano de la aviación militar Francesco
Baracca, tras ganar Ferrari en el Circuito de Ravenna en 1923.
Cuando el futuro “Mago de Maranello” dejó de correr,
formó su propia escudería semi-privada en el año 1929 y el escudo lo
adoptó y lo pintó sobre cada Alfa Romeo, marca con la que había
comenzado a correr distinguiendo a cada automóvil de competición de
color rojo, de acuerdo con su fuerte carácter y gran personalidad,
muy bien definidos por Don Enzo (pocos años antes de morir) que
transcribo textualmente: “Soy individualista y pragmático, no tolero
las disciplinas y costumbres de los partidos”. En la actualidad hay
más de 400 personas trabajando en forma directamente comprometida
con los autos de la Fórmula 1 para dos pilotos.
Michael Schumacher, en 1997, especuló con una actitud
facilista a principios de temporada y cuando tuvo que exigirse se
vio obligado e inmediatamente privado de forzar su talento, del que
por cierto no carece, debido a que a la actual Ferrari F310-B/Good-Year/Eagle
le sigue faltando velocidad final y estabilidad en curvas muy
cerradas y muchas horas de ensayos privados.
Allá por los años 1974 y `75, el equipo comprendido
era menor. Constaba de unas 70 personas trabajando “en foco” en la
Fórmula 1. En 1974 fue Subcampeón el impulsivo e irregular suizo
Gianclaudio “Clay” Regazzoni conduciendo el modelo Ferrari 312 B3/Good-Year.
En 1975, con relaciones humanas más armonizadas, el austriaco Niki
Lauda, a bordo de la Ferrari 312T/Good-Year, se coronó Campeón
Mundial de Pilotos.
Ricardo Gabriel D'Annunzio
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al autor.
Este escrito fue publicado en el Diario argentino “LA
NUEVA PROVINCIA”:
www.lanueva.com el Miércoles 7 de Enero de 1998.
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