Facetas de Eddie Irvine
Ante las características conductivas del sufrido piloto de Fórmula 1, el
norirlandés Eddie Irvine, los máximos responsables de la Scuderia
Ferrari Marlboro captaron de inmediato que carecía del suficiente
autocontrol para conducir apropiadamente un auto de Fórmula 1. No se le
dio demasiada importancia cuando ingresó en la escuadra en 1996, hasta
que lo necesitaron para el Gran Premio de Japón 1997.
Por la difícil situación que
atravesaba en el campeonato su coequipier, el alemán Michael Schumacher,
les hacía falta ese segundo y tan valioso piloto de apoyo, que en este
caso no había sido tomado demasiado en cuenta.
Fue en el Circuito de Suzuka, que
Irvine tenía que abrirle paso a Schumacher, ambos conduciendo sendas
Ferrari F310B/Good-Year, tras lo cual lo obligaron a dejarlo pasar a
Schumacher, quien ganó, terminando Irvine en una manipulada e
intrascendente tercera posición.
La actitud esgrimida por Irvine en
Japón `97 demostró que es ridículamente generoso, y tuvo una disposición
que ningún verdadero campeón toleraría ni asumiría, y que ni siquiera la
tendría en cuenta, porque más allá del juego de equipo con Schumacher,
cabalmente nadie adoptaría la postura de regalar una posición de vital
importancia que sin ninguna duda le correspondía.
Actualmente mejora día a día, y
está tratando de cambiar la imagen de “segundón” por una actitud más
responsable y agresiva con miras a competir por el Campeonato Mundial de
Pilotos a partir de la temporada 1999.
Irvine está madurando para
pretender más. Un aspecto negativo que ha superado era la
desconcentración cuando ingresaba a boxes. Además, ya posee mayor
control sobre la Ferrari F300/Good-Year, fruto de cierta disciplina
impuesta por el equipo Ferrari, lo que le da mayor conocimiento de la
potente máquina que conduce, resultado de los últimos e intensivos
ensayos privados del pasado invierno europeo y de las sucesivas
prácticas libres efectuadas en el fin de semana correspondiente previo a
cada Gran Premio.
Hay que tener en cuenta que en
1994, Irvine estaba en una situación comprometida, porque tenía una
suspensión cautelar por los incidentes provocados con el brasileño
Ayrton Senna -quien conducía el McLaren MP4/8-Ford HB/Good-Year- durante
y después del Gran Premio de Japón 1993, precisamente en el debut de
Irvine en la Fórmula 1 al mando de un Jordan 193-Hart/Good-Year. Sumado
a ello, produjo un violento y complejo accidente en el Gran Premio de
Brasil 1994, cuando conducía el Jordan 194-Hart/Good-Year, siendo
suspendido por tres carreras, (GG.PP. del Pacífico -desarrollado en el
Circuito japonés de Aida-, San Marino y Mónaco), y multado con U$S
10.000 por parte de la F.I.A. (FEDERACIÓN INTERNACIONAL DEL AUTOMÓVIL).
Su inmadurez e impaciencia fueron
las principales causas.
Ricardo Gabriel D'Annunzio
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al autor.
Este escrito fue
publicado en el Diario argentino “LA NUEVA PROVINCIA” -
http://www.lanueva.com - el Sábado 27 de Junio de 1998.
En 1999 Eddie
Irvine triunfó en los GG.PP. de Australia, Austria, Alemania y Malasia,
y fue Subcampeón Mundial de Pilotos de Fórmula 1 conduciendo la Ferrari
F399/Bridgestone.
El Campeón
Mundial fue el finlandés Mika Häkkinen a bordo del McLaren
MP4/14-Mercedes-Benz/Bridgestone.
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