Fiebre exitista
En
respuesta al artículo titulado "LA FORMULA DEL
EXITO", publicado en la Revista "VIVA"
(suplemento dominical del Diario argentino
"CLARÍN") del Domingo 18 de Noviembre de 2001,
cuyo autor es el señor Diego Heller, noto que él se
"encandila" con abultados números que
representan millones de dólares con que cuenta la
"Scuderia Ferrari".-
El verdadero
éxito es el de aquellas escuderías y aquellos pilotos
que, con sumas muy inferiores a las que maneja Ferrari,
trabajan, estudian, experimentan y se mantienen
estoicamente haciendo frente a un ambiente
económicamente tirano.-
Para muchísima gente, entiéndase dueños de equipos,
personal técnico, pilotos y patrocinadores, además de los fracasos
o momentáneos reveses deportivos, los cuales son en su
gran mayoría originados por presupuestos más bajos con
respecto a Ferrari, (por eso el francés Alain Prost y el
suizo Peter Sauber llegaron hasta el colmo de someterse
ante Ferrari para equipar a sus autos con los motores
usados que Ferrari les vendió, en 2001 a Prost, y en
1997, `98, `99, `00 , `01 y `02 a Sauber), la permanencia
durante una, dos o más temporadas en la Fórmula 1 tiene
más valor deportivo que la de unos pocos privilegiados
que intentan hacer de la Fórmula 1 un deporte elitista,
difícil de soportar para quienes nos conducimos con
objetividad.-
La Fórmula 1, por sobre toda otra categoría, no está
conformada por dos o tres escuderías o un número
similar de pilotos.- Y esto no es una obviedad, ya que
para el público en general, lamentablemente, sólo
cuentan dos o tres equipos y la misma cantidad de pilotos
que están en sus pináculos, olvidando que esos mismos
pilotos, a los que de alguna manera les "rinden
culto", en algún momento fueron, durante un buen tiempo,
verdaderos desconocidos que transitaban en puestos de
retaguardia, o en todo caso, sufrían problemas de
adaptación a la Fórmula 1, sin pasar por alto que
ciertos teams que hoy son de primer nivel pagaron en
otras épocas un fuerte derecho de piso.-
De hecho, es falta de tino deportivo, y de tacto, no
ocuparse de los jóvenes valores de la Fórmula 1 que
están en ascenso (las promesas del mañana), quienes
hacen tantos o más sacrificios que aquellos que creen
haberlo conseguido casi todo en la categoría.-
A menudo, constato el equivocado exitismo, rayano en el
delirio; una especie de fiebre por triunfar que tienen
los adolescentes cuando ven a un personaje como el
teutón Michael Schumacher, pasando por alto, o peor
aún, desconociendo que ese éxito es cuestionable,
porque como piloto, dentro de las pistas, ha tenido
actitudes y maniobras hostiles y temerarias hacia sus
colegas.- Tales los casos, en los Grandes Premios de
Australia 1994, (lo acaecido en esta carrera no fue
citado por el señor Heller) y de Europa en 1997, contra
el inglés Damon Hill y el canadiense Jacques Villeneuve,
respectivamente.- También se ha evidenciado el egoísmo
de Schumacher, cuando en el Gran Premio de Japón 1999,
no realizó absolutamente ningún esfuerzo adicional por
conseguir la victoria, con la cual habría resultado
campeón mundial de pilotos su coequiper, el irlandés
Eddie Irvine, quien desde 1996 había sido su fiel
ladero.-
Maniobra antideportiva y de alto riesgo del alemán
Michael Schumacher, quien vuela a bordo del Benetton B-194/Ford
Zetec/Good-Year Eagle, efectuada contra el británico Damon Hill,
conduciendo el Williams FW-16B/Renault/Good-Year Eagle, en el Gran
Premio de Australia de 1994, última carrera de ésa temporada. Ambos
abandonaron. Schumacher se consagró Campeón Mundial de Pilotos.
La juventud actual desconoce valores de la talla del
escocés Jackie Stewart , el brasileño
Emerson Fittipaldi y el austriaco Niki Lauda, entre otros
célebres campeones; quienes fueron verdaderos artífices
que dejaron un legado de vasta enseñanza para la
posteridad, además de poseer, muchos de ellos, una
notable modestia que los hizo más grandes aún.-
Los adolescentes pilotos que en la actualidad están en
categorías promocionales creen que con ellos nació el
mundo, y es hacia ellos a quienes va dirigida la nota del
señor Heller, y no se dan cuenta que no están
preparados para afrontar y sufrir la más mínima
derrota, la cual los traumatizaría.-
Ricardo Gabriel D'Annunzio
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al autor.
Este escrito fue publicado en el Diario
argentino "LA NUEVA PROVINCIA" -
www.lanueva.com
- el Martes 5 de Marzo de 2002.-
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