La diferencia puesta de manifiesto en los registros 
        llevados a cabo durante competencias puntuables de Fórmula 1 con piso 
        seco a través de varias décadas, es más notable en un par de circuitos, 
        debido a que han sufrido escasas modificaciones en sus trazados desde 
        1973.-
        
        El 03/06/1973 se disputó el G.P. de Mónaco (Montecarlo), en el 
        tradicional circuito callejero, el cual, por entonces, tenía una 
        extensión de 3,278 Km.- El récord de vuelta lo marcó el brasileño 
        Emerson Fittipaldi, al mando del JPS Lotus 72E-Cosworth/GY, en 1’ 28’’ 
        1/100, a un promedio de 133,947 Km/h.- 
        
        El 04/06/2000, tuvo 92 metros más con respecto al diseño del ’73 y el 
        récord le correspondió al finlandés Mika Häkkinen, quien con el McLaren 
        MP4/15-Mercedes-Benz/B “clavó” un tiempo de 1’ 21’’ 571/1000, a 148,729 
        Km/h de promedio.-
        
        Algo similar ocurre en la pista permanente de Monza (Milán, Italia), 
        donde el 09/09/1973 se corrió sobre una longitud de 5,750 Km.- El mejor 
        registro lo obtuvo el escocés Jackie Stewart, con el Tyrrell 006/2 
        Cosworth/GY, en 1’ 35’’ 03/100 a 218,153 Km/h.- El 10/09/2000 contó con 
        43 metros más con respecto al “dibujo” del ’73, y el mejor tiempo 
        perteneció a Häkkinen, quien con la misma máquina que condujo en Mónaco 
        marcó 1’ 25’’ 595/1000 a 243,645 Km/h.-
        
        Obviamente, hay avances, porque la técnica de la Fórmula 1 es una 
        constante de evolución y cambios, particularmente desde la aplicación 
        del software en la proyección por la búsqueda de la velocidad, lo cual 
        está mutando métodos y máquinas a un ritmo vertiginoso.- Sin embargo, no 
        se deben omitir ciertos frenos indeseables en los reglamentos de años 
        recientes (más allá de considerables modificaciones de pautas que se 
        sucedieron en las últimas tres décadas), que viene disponiendo la F.I.A. 
        en nombre de la siempre presente seguridad; siendo, por lo tanto, cada 
        año, más restrictivos con referencia a la velocidad.-
        
        En Mayo de 1994, por disposición de la F.I.A., los fabricantes de 
        motores acordaron unánimemente reducir la capacidad de los motores de 
        3,5 a 3 litros, lo cual empezó a cumplirse a partir de la temporada 
        ’95.- Otro caso se dio a principios de 2000, cuando la F.I.A. se 
        anticipó a la construcción de motores de 12 cilindros por parte de 
        algunos fabricantes de primer orden y prohibió su utilización hasta el 
        31/12/2007.-
        
        Ante las imposiciones en las variaciones de las dimensiones de los 
        autos, incluidas las cubiertas, con la finalidad de reducir la velocidad 
        en curva, y la existencia de surcos en ellas (cambios que se vienen 
        gestando aceleradamente desde comienzos de 1998), bien vale recordar las 
        sabias palabras del piloto canadiense Jacques Villeneuve:
        
        “Es como manejar sobre arena o nieve.- La calidad de los pilotos cada 
        vez se pone menos en evidencia, porque los autos llegan al límite mucho 
        antes que los hombres, así que los pilotos mediocres estarán mucho más 
        cerca de los buenos”.-
        
        Lo ideal sería que en los futuros reglamentos se diera prioridad, entre 
        otros objetivos, y más libertad a un elemento clave y vital: la 
        velocidad.- Asimismo, todo incremento de ella debería instrumentarse en 
        forma paralela con drásticas variaciones en los diseños de numerosos 
        circuitos, e inclusive la sustitución de algunos que son obsoletos, por 
        otros más modernos y seguros.-
          
          
            
        Ricardo Gabriel D'Annunzio 
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